TEATRO: UNA MIRADA AUTOCRÍTICA DE LOS ARTISTAS Y GRUPOS ESCÉNICOS
Este sábado tuvimos oportunidad de asistir al mapeo de la situación escénica en Punilla con mumimujeresmigrantes y DÉBORA TRAVERSO -foro con la madrina de ciclo la artista investigadora SUSANA PALOMAS.
Si bien, en las sucesivas entrevistas que tuvimos oportunidad de realizar conocimos los detalles y los objetivos, las primeras conclusiones que dan pié a nuevas preguntas, nos dejan interrogantes sobre el futuro de estas acciones.
Las vocaciones individuales pueden ser los puntos de partida para la expresión artística, en este caso teatral, pero la continuidad en el tiempo, la profundización en el “ser profesional”, actor, actriz, iluminadores, decoradores, músicos, ¿tiene posibilidad de crecimiento si los gobernantes no establecen políticas claras y dinámicas al respecto? Políticas que incluyan ideológica, antropológica y socialmente, porque de lo contrario, los subsidios, los aportes y oportunidades escénicas terminan siendo “para los amigos, para los que piensan como yo”.
Una de las realidades que más se escuchó es “ser migrante”, aunque varios asistentes afirmaron ser nacidos y criados en la zona. El ser migrantes –desde grandes urbes a las localidades serranas- pone componentes desde y hacia los protagonistas. Quien llega aspira a mostrar sus proyectos, y quien ya pertenece desde hace mucho en la zona, lucha por vivir de su arte y trata de que no influyan competidores.
Si decimos que hay migraciones hay influencias, rastros, modificaciones que dejan marcas, huellas en todos mutuamente, y es justamente la razón por la que los no migrantes o sedentarios, “dueños del lugar”, se resisten al cambio y tienden a cerrarse sobre sus tradiciones como modo de protección, y los inmigrantes “dueños de la ciudades” en general tienden a imponer sus “tradiciones”.
Una conclusión sobresaliente del foro es la prioridad de gestar una actitud colaborativa, profesionalizante y con urgencia la actitud inclusiva hacia grupos diversos para evitar, y se dijo con estas palabras, los “guetos”, entendiendo este concepto como grupos de personas que tienen un mismo origen o condición y viven aisladas y marginadas por motivos raciales o culturales.
Nuestro aporte, en este caso, es compartir los dichos de algunos de los participantes, siempre en positivo. Pero miremos entre líneas. El camino es simple pero cuesta ejercer un diálogo que comprenda las tres propuestas básicas: cruzarme de vereda para ver como el otro me ve(desde el otro), buscar el modo de que me entiendan y no darlo por supuesto (para el otro) y finalmente caminar juntos (con el otro). Se ha dado un buen paso. ¿Costará el segundo? Te invitamos a ver el video compilado de la primera jornada CEA - Punilla, 19.03.2022
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